La casa es el cuerpo, el refugio, el santuario, la infancia.
Sin la casa, me falta el aire, enmudece la noche, siento vértigo, caigo.
Osteoporosis, rodillas sangrientas, piel moreteada.
Silencio.
La culpa es de un suelo que miente firmeza pero tiembla, todavía más que mi espíritu.
Silencio.
Un balcón ajeno, reflejos de luz y me pregunto: cuántas trincheras caben detrás de esas ventanas?
#Diario